28 febrero 2007

Miercoles 28 de Febrero: Dia grande de La Quiaca


La Quiaca celebra hoy un siglo de existencia
La ciudad de La Quiaca, el punto extremo norte de la República Argentina, cumple hoy cien años de vida. Aunque importantes actos culturales se vienen desarrollando desde el lunes último, para hoy se prevé las principales ceremonias protocolares, entre ellas un imponente desfile a partir de las 11, en el que estarán presentes las principales autoridades provinciales, entre ellas el gobernador Eduardo Fellner y el vice Walter Barrionuevo, los ministros nacionales Alberto Fernández (jefe de Gabinete) y Aníbal Fernández (ministro del Interior), además de integrantes del gabinete del Presidente de Bolivia, Evo Morales, entre otras personalidades invitadas.


Debido a la intensa lluvia que ayer se abatió sobre la ciudad fronteriza, se suspendieron para hoy la reinauguración de la Plaza de la Independencia y el homenaje a los vecinos tradicionales.
Entre tanto, la numerosa gente que se congregó en esa ciudad esperaba anoche que la lluvia cesara para disfrutar de un espectáculo que tenía la presencia de Los Nocheros, Víctor Heredia, el charanguista Jaime Torres, y conjuntos locales como Coroico y Luna Jujeña.
Además, a la medianoche estaba programado un espectáculo de fuegos artificiales y la actuación de la Banda de Música Municipal, además de palabras alusivas del intendente Carlos Cavanna, tras lo cual iba a actuar Los Nocheros, el famoso conjunto folclórico salteño. Además del desfile y de los actos postergados por la lluvia de la víspera, está previsto la declaración de Monumento Histórico Nacional al Mercado Central y un reconocimiento al quiaqueño de mayor edad.
Cabe señalar que la decisión de fundar La Quiaca fue del gobernador José Eugenio Tello, quien durante su mandato resolvió crear numerosos pueblos (hoy transformadas en las ciudades más importantes de la provincia) para terminar con el feudalismo que reinaba en Jujuy. Para el caso de La Quiaca, Tello firmó el decreto de expropiación y fundación del pueblo el 10 septiembre de 1883, pero tuvieron que pasar 24 años para que se promulgara la ley 134, que establecía la creación de esa localidad fronteriza con Bolivia, y que se concretó el 28 de febrero de 1907.

22 febrero 2007

Centenario de La Quiaca

Nota de Opinión: ¿Cómo celebrara La Quiaca su Centenario? ¿Cómo la encontrara?Según los últimos datos estadísticos la ciudad de La Quiaca en este principio del año 2007 cuenta con alrededor de 15.000 habitantes, la mayoría vive (sobrevive) en la pobreza, encasillados en la categoría de excluidos.La Quiaca es una población joven. A pesar del poco tiempo de vida, ya conoce de prosperidades y decadencias. La Quiaca nació junto al ferrocarril, acunado por él, y esta en una larga agonía, a partir de la desaparición del tren.Los números son dramáticos el índice de desocupación y subocupación en estos años llegó al 54 %, aumentando el alcoholismo, la mortalidad infantil, llegando la desnutrición al 50 % de la población infantil.Por estos días todo es fiesta, por horas autoridades y pueblo en general festejaran sus primeros 100 años de vida, claro, que esto es lo oficial porque todos sabemos que antes de la ley 134 de aquel 28 de febrero de 1.907, que seria la partida de nacimiento de la ciudad, por estos lugares estaba la vida con igual o más problemas. Pero por ahora, por un momento, por unos días los problemas cotidianos quedan a un lado. El carnaval, las comparsas, la juventud con sus rostros pintados, los niños con su inocencia todos cantan, bailan, gritan y ahí enganchado los quiaqueños asistiremos a una serie de acontecimientos que seria la prolongación del programa preparado para estos festejos. Tres días de música en la plaza del Centenario con artistas como León Gieco, Víctor Heredia, Teresa Parodi, Los Nocheros etc.. todos ellos darán el broche final a los 100 años de la ciudad.Todos seremos de alguna u otra forma participes de ese hermoso día. Yo que escribo estas líneas en la medianoche del 21 de febrero estaré allí. Vos que te encuentras frente a un monitor, en cualquier ciudad o en cualquier remota aldea, ¿estarás allí?. Tal vez no te encuentres personalmente, pero si lo vivirás a través de la experiencia transmitida por la magia de Internet. Lo que sí es que estoy seguro es que las 15.000 almas quiaqueñas estarán presente y las otras miles que quedaron atrás en el largo viaje hacia la eternidad también estarán y las generaciones venideras que tomaran nuestra posta para el bicentenario del 2.107 se acordaran de estos hombres, mujeres y niños que están a punto de celebrar los 100 años de la ciudad. Así como ahora en estos últimos días, en cada momento, en cada lugar nos acordamos de los primeros parroquianos que habitaron nuestra ciudad. Hacemos el recorrido mental, nos ubicamos a principio de siglo y nos salen todo tipo de preguntas. ¿Y como eran? ¿Qué casa habían? ¿Quiénes eran? ¿Éramos pobres? ¿Hubo algunos gallegos, algún alemán? ¿Los primeros habitantes también fueron como nosotros en la actualidad mestizos? Y las preguntas continúan, ¿Y los descendientes de los fundadores estarán vivos? ¿Cuándo se creo la escuela de Frontera? ¿Y el cementerio donde estaba? ¿La plaza siempre estuvo allí? ¿Quién fue el primer Intendente? Y las preguntas nos seguirán bombardeando sin pedir permiso.Pasaron 100 año, apenas se iniciaba el siglo, que por otro lado fue uno de los más terribles que vivió la humanidad. El más cruento. Teníamos pocos años de vida oficial cuando estalla la primer guerra mundial. Luego vendrían las crisis económicas a escala mundial por el 29, mientras se engendraba en Alemania a uno de los más terribles asesinos que dio la humanidad y que por causa de él nuevamente por el 44 la guerra es mundial. Apenas finalizaba la Segunda Guerra Mundial se iniciaba otra era de conflictos entre los dos bandos por un lado el capitalismo con Estados Unidos a la cabeza y por el otro el comunismo con la Unión Soviética y sus satélites marcarían 45 años de nerviosismo, de carrera armamentista entre las dos potencias, momentos de alta tensión, como los mísiles soviéticos instalados en la isla de Cuba apuntando a los Estados Unidos, la guerra de Corea etc... Son momentos que marcarían la Guerra Fría. Mientras todo eso ocurría en el mundo paralelamente la ciudad de La Quiaca se fue construyendo. Se crearon todo tipo de instituciones como la primer Comisión Municipal en septiembre de 1.914, por 1915 queda inaugurada la Biblioteca Popular Elemental Sarmiento, ese mismo año se dan las primeras paladas para la continuación del ferrocarril hacia Bolivia.Por el año 1.917 se coloca la piedra fundamental de la Iglesia parroquial a erigirse. Fue el 20 de junio de 1.931 el día en que se bendijo esta Iglesia.A partir de allí el progreso de La Quiaca es rápido y seria muy largo para dar mayores detalles en esta nota.Hoy es 21 de febrero y estamos a escasos siete días de la celebración del centenario. Me despido no sin antes recordar lo valiente que fue el pueblo quiaqueño en el final del siglo XX y en los primeros años del XXI. La crisis económica de estos últimos años golpeo muy fuerte y aun lo sigue, sobre todo a los sectores mas desprotegidos de la sociedad. La cultura del silencio murió, lo taparon con pala y arena los desocupados junto al cura Jesús Olmedo. La Quiaca sé vatio e hizo temblar las entrañas mas profundas de sus ciudadanos. La Quiaca crujió y se saco chispas, sudor y lagrimas. Gomas quemadas. Todo eso formo parte del paisaje cotidiano de los últimos trece años. El mundo conoció a La Quiaca el 16 y 17 de Enero de 2.002. El día 16 a las 9 de la mañana las campanas del templo parroquial comenzaron a sonar. De todos los barrios periféricos iban llegando los desocupados con sus familias. En absoluto silencio comienzan su rito. Las primeras 50 cruces ya estaban preparadas para recibir en sus brazos a los desocupados. Las crucifixiones fueron colectivas en La Quiaca. Al otro día, en el diario El Mundo de España, del 17 de enero aparecía en su sección internacional, el siguiente titulo: “Un sacerdote español y 150 desocupados se crucifican en La Quiaca en un pueblo de la Argentina. En el subtitulo podemos leer: suspendidos de farolas y del tendido eléctrico, los desocupados denuncian la extrema pobreza.Y así fue. Yo por mi parte ya hice el recorrido. Ahora te toca a vos....

17 febrero 2007

Intendentes de la Ciudad de La Quiaca

A pocos días de conmemorarse el centenario de la ciudad de La Quiaca queremos recordar el nombre de todas sus autoridades municipales que estuvieron en el transcurso de los primeros cien años de vida.
El 27 de septiembre de 1914, el Superior Gobierno de la Provincia designa la primer Comisión Municipal de La Quiaca, figurando como presidente el señor Benito Méndez Casariego y, como vocales, a los señores: Fructuoso Ibarra, Francisco Thiel (fundadoe del Plaza Hotel) y don Jose Alcoba (hombre de quehacer múltiple). Posteriormente la Comisión Municipal y luego elevada a Intendencia, fue ejercida por don Juan de la Vega; Pedro Vilahmar; Fortunato Farfan; Valentin Bach; Gines Lozano;Ulpino Díaz (dos periodos); Manuel Loaiza; Manuel Conde ( dos periodos); Manuel Buitrago;Ricardo Ibazeta; A. Gamez; Fructuoso Ibarra; Antonio Pinto Do Santos; Ernesto Muller (uno de los propulsores de la navegación en la Laguna de Pozuelos); Angel A. Padilla (cura parroco), Rosario Wayar (Docente de larga trayectoria y que fue Cónsul Honorario de la Republica Argentina en Villazon (Bolivia), Alfonso Peris (funcionario de destacada actuación y que por el año 1944 – 10 de junio – dispuso que se tenga por “Patrona del Pueblo de La Quiaca”, a la Santísima Virgen del Perpetuo Socorro, celebración a efectuarse el segundo domingo del mes de junio), Pedro Nemesio Paz, Luis Cuevas; Luis Wayar; Enrique Knaudt; Humberto Oviedo; Ricardo Jiménez; Raul Calizaya; Luigi Imperiale; la señorita Balbina Tejerína; Simeon Moreno; Casiano Vargas; Enrique Grossmann; Cosme Mario Velásquez; Luis Antonio Campos; Miguel Ángel Tito y el actual Intendente señor Carlos Alberto Cavanna.
Fuente: Texto extraido del libro de Leopoldo Aban, "La Quiaca, sus origenes y su marcha historica".

16 febrero 2007

POESIA A LA QUIACA

Iglesia del Perpetuo Socorro
A LA QUIACA
Mi pueblo querido, hermoso La Quiaca,
Siento que bulles con la sangre en mis venas,
Te siento en el fondo de mi pecho runa
Reflejo de piedra, aroma de albahacas,
Hermoso pueblito de la puna brava,
Y estando tan lejos me inunda la pena.

Te siento en el erke, en la caja y la quena,
En la copla sentida del coya puneño
Y estando lejos te siento tan cerca
Mi pueblito querido, que mi alma se llena
Con tu recuerdo. Mis ojos se secan
De tanto llorar, mi pueblito norteño.

Quisiera de nuevo pasearme en tus calles
Dejando poco a poco, como antes, mi corazón
Prendido en las tolas, tirado en la arena,
Sentir la alegría de tus carnavales,
Escuchar villancicos en la Nochebuena,
Andar por la noche de canción en canción.

Quisiera cantarte como te cantan tantos,
Estar tan cerquita de Dios como tú,
Y como el viento cruzar la frontera,
Dejar que las piedras repitan mi canto
Y luego quedarme todo quietud
Mirando tu cielo en la primavera.

Volver a ser guagua, a ser chango quisiera,
Sentirme contento de nada y de todo,
Y la esperanza que mi pecho esconde
Renace y se inquieta como una fiera,
Esperanza de encontrarte en algún recodo
de esta vida que me lleva no sé a donde...
En 1962 José A. Arrieguez escribió esta hermosa poesia.

02 febrero 2007

COSME GIARDINA . MEMORIAS DE LA QUIACA



Cosme Giardina: artista, profesor y reconocido fumador de pipa, es uno entre pocos que creció con nuestra ciudad. Hablamos con el y viajamos en el tiempo mientras relataba las historias de su Quiaca natal.
Contexto: ¿en que año llego a nuestra ciudad?
Cosme G: yo nací en el año 1924, mis padres llegaron a La Quiaca allá por el año 1918, 1919 calculo yo , tengo hermanos que han muerto y que han nacido aquí también.
C: ¿Sus padres de donde eran?
Giardina: Italiano. Como todos los extranjeros que vinieron a la Argentina, vinieron en busca de trabajo, porque en Europa estaban con el tema de la primera guerra mundial y las personas que podían salir se iban. Él (su padre) llego a Tucumán, era pirotécnico, hacia fuegos de artificio y se iba rumbo a Colombia, a Venezuela. Al llegar a La Quiaca, Alabi le da una vivienda en donde era el club Sirio y se quedo. Después se compro un terreno, el actual, donde vivo e hizo esta casa que aun esta en pie. La casa es muy antigua, debe tener fácil 90 años. Yo tengo 82…
C:¿Como era la ciudad de La Quiaca en ese entonces?
Giardina: La ciudad era sencilla desde mi casa podía mirar el ferrocarril, no había nada de nada, no existía la iglesia, la escuela de Frontera funcionaba allá abajo (calle Cabildo) al frente del ferrocarril. Después a la escuela General Belgrano N 25 la trasladaron donde queda el banco de la provincia (actual Republica Árabe Siria). La historia viene así, lo único que había en La Quiaca en ese tiempo era el Gran Hotel, ese que queda en la esquina de la plaza. Allí donde era parada de los primeros colectivos, la empresa Vilte que era la primera. La plaza estaba cercada con alambres. Allí estaba solo el gran Hotel y la farmacia Nueva. En la esquina del Hotel de Turismo había una casita que era de un griego y la otra esquina frente del turquito había un almacén de Cuadrench hermanos. El correo era en la esquina de piedra cruzando el ferrocarril (La Madrid, esquina Hipólito Irigoyen). Todo lo demás era baldío, el mercado era precario y había un corral donde metían los burros las personas que venían a vender. Así era La Quiaca. La iglesia era en La Quiaca Vieja, la de San Antonio, hacían misa todos los días, allí iba mi mama a escuchar la misa todos los domingos. Aquí había esta casa y la del frente, para arriba era todo baldío, atrás de mi casa había una cancha de fútbol, sobre lo que es ahora la Avenida España.
C: ¿Cuál era la actividad económica por ese entonces?
Giardina: Y como la de ahora, con la diferencia que si vos cargabas un camión con mercadería y te ibas a Villazon, nadie te decía nada. De allá te venias con cien fardos de coca y nadie te decía nada, me entendès. Mi Papa tenía una despensa en esta esquina. Aquí el comercio grande que había en esos tiempos era el de Casimiro Bach, al frente del mercado nuevo que hicieron, allí había un almacén al por mayor y menor y por estos lados estaba el negocio de Cuadrench Hnos, otro gallego. Era un galpón grande
C: ¿El ferrocarril era muy utilizado?
Giardina: Claro, todo se hacia por el ferrocarril, los pasajeros venían el domingo y otro día que salían era el miércoles o jueves, después se hizo mas fluido. Porque ya se empezaba a poblar. Todo lo que se ve en la avenida España para arriba (el oeste) no existía nada, lo único que existía era el Observatorio, también cercado por un alambrado, por lo que hoy es la avenida San Martín antes era una zanja, atrás de un paredón había otra zanja que pasaba por la iglesia y de allí al desagüe se iba para el lado del rió del puente, de la zanja mas cercana que pasaba por la plaza se iba al mismo rió.
C: ¿Cómo vivió su niñez?
Giardina: Nosotros íbamos a la escuela, ahí cerca había una casa, por donde es el actual hotel de turismo y más al norte estaba cercado y había un baldío donde nos metíamos.
C: ¿A jugar?
Giardina: No, a pelear, cuando había bronca en la escuela nos metíamos a pelear allí adentro. En esos tiempos había primer, segundo, tercero y cuarto año y después se crea el quinto pero ya por la provincia y el sexto que era el máximo, yo tengo sexto grado. Pero era provincial (el quinto y el sexto) de primero a cuarto era nacional.
C: ¿Cómo se entretenían?
Giardina: Y el tiempo lo pasábamos jugando a los trompos, a las bolitas, también andábamos en bicicleta, mi padre tenia una bicicleteria y alquilaba bicicletas. Esos eran los principios de La Quiaca, las bicicletas los chicos las alquilaban por horas.
C: ¿Cuál fue el tiempo de mayor auge de La Quiaca para usted?
Giardina: La Quiaca empezó a hacerse fuerte allá por los años 50 para arriba donde se llevaba mucha mercadería para Bolivia de contrabando, pero en el año 47 o 48 se traía caucho y cubiertas de contrabando de Bolivia para la Argentina, era alreves porque aquí no había caucho, ni cubiertas, no había automóviles. Mi padre tenía tres automóviles pero no había cubiertas. Y la aduana Argentina protegía la entrada, vos le decías que ibas a traer 50 cubiertas y mandaban custodia para que pudieras traer, todo distinto a lo que es ahora. En esta esquina (Balcarce y San Martín) donde pasaba la zanja, había un palo grande y venia el farolero a eso de las 7:30 y colgaba el faro para alumbrar las calles.
C: ¿En que año mas o menos?
Giardina: Eso debe haber sido más o menos 1926 o 1930 nosotros a hondazos le rompíamos la lámpara. Las noches de luna eran las mejores que habían por la iluminación salíamos a jugar.
C:¿Hasta que hora se quedaban despiertos, jugando?
Giardina: Y jugábamos hasta las 10, 10:30 cuando salía mi viejo nos gritaba y se desparramaba toda la barra, todos a dormir. Cerca de mi casa había dos herrerías donde herraban mulas y hacían llantas para carros, el auto que trajo mi padre lo trajo por las vías del ferrocarril porque no había caminos. Era un modelo 27, 28 y acá fue uno de los primeros y era toda una revolución en la ciudad. Mi papa vendía verduras, pescado, tenia un carrito en un caballo y salía a vender verduras en las calles. En lugar de batería tenia una pieza que se llamaba magneto, esos era los famosos Ford a bigote, el acelerado estaba en el volante, la caja de cambios tenia primera, segunda y tercera, aparte de retro. Una vez cuando fueron a jugar al fútbol en Tarija tuvieron que subir la cuesta de Sama marcha atrás porque tenia mas fuerza. Jejejeeee.
Esta entrevista saliò publicada en la Revista Contexto en el verano 2005/2006.